miércoles, 29 de abril de 2009

Me subo al tren como siempre, pero hoy se siente diferente, hoy que ya no pienso en vos. Y puedo mirar atrás y ver un desierto y el vacío eterno en cada cosa y no puedo entender cómo, pero sigo tropezando, y hasta a veces cayendo, cuando veo una cara como la tuya. Sigo pensando que el tiempo se me acaba porque no te encuentro y, entonces, entiendo que nunca dejé de pensarte.
Se complica todo, porque en sí ya soy complicada, porque sí. Porque vos me lo decís, soy “vueltera”; ¿Querés que te lo diga de una? Sos un poco más de lo que crees que significás en mí. Y es todo tu culpa, es la verdad; hacés de todo por mi, sos servicial y atento y no te encuentro maldad, solo la encuentro a ella.
Ella en cada paso, riéndose porque vos en realidad la amás y yo no soy más que la “con la que hablas”. Esta todo bien… ¿Está todo bien? No entiendo a que punto querés llegar y no planeo ser tu plan B ni ser ese clavo que saca otro clavo. Quiero ser quien vos querés que sea, todo el tiempo.
Y voy a buscar mis píldoras para olvidar, pero el frasco está vacío ¿Acaso ya no debo flotar mientras olvido? ¿Acaso esta vez no tengo que olvidar?
Contestame al menos algo de lo que pregunto, no entiendo que querés ni entiendo lo que quiero… contestame cómo estuvo tu día, qué creés que nos depara la vida, contestame que sentís cuando me ves… ¿O es que en realidad la dibujas a ella cuando me mirás a los ojos?
De alguna manera, todo lo que me rodea sabe a vos, todo lo que miro tiene tu cara y resulta imposible no tropezarme entre tanta obstinación. Quiero que me odies, aunque sea un poco, en formas que sean difíciles de digerir, que duelan hasta tornarse repulsivas y así entender un poco que esto puede no estar bien.
Tuve que pedirle a mi cerebro que dejara de pensar en vos, para no volarme la cabeza, es que todo sangra y duele, pero nada se nota, porque soy yo quien no quiere que lo veas.
Me subo al tren como siempre, un poco con la mirada roja, con la muerte en la ojeras. Me subo al tren y pienso que te estoy dejando atrás pero, a medida que avanzo por el vagón, entiendo que estoy cada vez más cerca de bajarme en la próxima parada para comprar un pasaje de vuelta.

No hay comentarios: